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Reportajes
Greg Izor Quintet. Foto: Joan F. Ribas

¡La que se armó en el Soul Food Fest!

El pasado miércoles, 12 de octubre, vivimos una jornada inolvidable en el Auditorio Caló de s’Oli, con la celebración del II Soul Food Fest. Pese a que la amenaza de lluvia acechó toda la jornada anterior y durante las primeras horas del día, al final las nubes pasaron de largo, el cielo clareó y el público llegó a abarrotar por momentos el recinto de Cala de Bou.

La fiesta, organizada por el Ayuntamiento de Sant Josep y la Asociación Cultural Great River Road, comenzó con el potente rock que siempre pincha Betterman DJ y que ya arrancó bailes entre el público, que llegó con ganas de pasarlo bien. Mientras tanto, las cañas corrían de mano en mano y el chef Aitor Bluelehendakari, apoyado por un par de pinches, troceaba verduras y carne a destajo para preparar un arroz jambalaya típico de Louisiana para unas doscientas personas.

Kamikaze. Foto: Joan F. Ribas

Cuando el primer grupo subió al escenario, el anfiteatro exterior ya estaba a tope. Entre los cientos de espectadores, docenas de vecinos del barrio de ses Païsses, que acudieron a disfrutar del que fuera el grupo más popular del barrio en los 80 y 90: Kamikaze, que surgió en un almacén y acabó convirtiéndose en uno de las formaciones más habituales de la isla en fiestas y celebraciones de todos los municipios. El grupo se retiró en 1999, tras ganar el famoso concurso de bandas Estiu Jove en 1992 y grabar un disco.

La formación comenzó dedicándose al heavy metal y evolucionó hacia el rock y el rhythm & blues, llegando a tener hasta nueve miembros, incluida una potente sección de viento. En esta ocasión, subieron al escenario cuatro de sus integrantes originales: Rafi Parra (voz y armónica), Toni Vicens (guitarra), Pedro Montero (bajo y coros) y José Miguel Carlos (batería y coros). Tocaron sus temas más famosos, como ‘Otra generación’, ‘Necesitas más’, ‘Dentro de mí’ y ‘Como puedes ver’, y también versiones de canciones míticas, como ‘El Tren’ de Rosendo Mercado (Leño). Lo bordaron y el público les correspondió con salvas de aplausos y peticiones de bises. Fue, sin duda, un arranque intensamente emotivo, que supuso el renacimiento de una banda mítica que, sin duda, seguirá dando que hablar.

Mientras el rock de Kamikaze rugía en Caló de s’Oli, la actividad tras la barra y en los fogones era frenética. En esta ocasión, el chef manejó perfectamente los tiempos y la primera olla de Jampalaya de las dos que se prepararon comenzó a servirse justo cuando Kamikaze terminaba el recital. Mientras se disfrutaba de esta comida criolla, Betterman DJ retomó los platos y siguió creando ambiente. Junto a la entrada del auditorio se instaló también un puesto de venta de vinilos de segunda mano de la Asociación Retro, que no cesó de trabajar, al igual que Carlos de Sa Trugeta, con su food-furgo dos caballos de perritos calientes.

II Soul Food Fest. foto: Joan F. Ribas

Tras la comida, llegó la hora del auténtico blues de Louisiana, con la presencia de un maestro del género, el bluesman americano Greg Izor, que, aunque es natural de Vermont, al norte del país, se trasladó a Nueva Orleans cuando quiso madurar como cantante y armonicista, tocando en los garitos del barrio francés y en los juke joints de los pantanos, donde se hace blues hasta el amanecer. Estuvo acompañado de un quinteto realmente espectacular, formado por los guitarristas Martín Burguez y César Crespo, el bajista Christian Morana y el batería David Barona; todos ellos músicos con carreras en solitario espectaculares y un prestigio que les precede y permite acudir a festivales de blues de todo el mundo.

Izor realmente es un gran maestro de la armónica de blues y la cromática y además posee una voz impactante y característica del blues sureño. Verle actuar, acompañado por dos virtuosos como Burguez y Crespo, que intercambiaron solos sin parar, un metrónomo al bajo como Christian Morana, con su característico estilo de tocar el bajo sin púa y con el mástil apuntando al cielo, como si fuera un contrabajo, y la creatividad y potencia de David Barona, fue apoteósico. Al terminar, Izor se hinchó a vender discos y luego se quedó con su banda tomando cañas en la barra y departiendo amigablemente con la gente del público.

Sin género de dudas, fue una jornada apoteósica para los aficionados al rock y al blues. La siguiente galería de fotos, obra de Joan F. Ribas, demuestra que esta crónica no es ninguna exageración.

Betterman DJ. Foto: Joan F. Ribas

II Soul Food Fest. Foto: Joan F. Ribas

Paco Bobberman & Kamikaze. Foto: Joan F. Ribas

Kamikaze. Foto: Joan F. Ribas

Rafi Parra (Kamikaze). Foto: Joan F. Ribas

José Miguel Carlos (Kamikaze). Foto: Joan F. Ribas

Pedro Montero (Kamikaze). Foto: Joan F. Ribas

Toni Vicens (Kamikaze). Foto: Joan F. Ribas

II Soul Food Fest. Foto: Joan F. Ribas

Kamikaze. Foto: Joan F. Ribas

Rafi Parra (Kamikaze). Foto: Joan F. Ribas

José Miguel Carlos (Kamikaze). Foto: Joan F. Ribas

Pep Prats ‘Beneton’. Foto: Joan F. Ribas

Aitor Bluelehendakari (The Chef). Foto: Joan F. Ribas

Jambalaya. Foto: Joan F. Ribas

II Soul Food Fest. Foto: Joan F. Ribas

Greg Izor. Foto: Joan F. Ribas

César Crespo (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

Martín Burguez (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

Christian Morana (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

David Barona (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

Greg Izor. Foto: Joan F. Ribas

Martina, Denise & Miriam (The Bar Team). Foto: Joan F. Ribas

Martín Burguez & Christian Morana (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

César Crespo (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

David Barona (Greg Izor Quintet). Foto: Joan F. Ribas

II Soul Food Fest. Foto: Joan F. Ribas

P. J. González, Xescu Prats, Joan F. Ribas, Paco Bobberman & Aitor Bluelehendakari. Foto: Carlos Boned