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Reportajes
Mónica Cioccoloni

Dave Jeffs, el bluesman que lo cambió todo

Dicen que Sant Josep es un pueblo de blues y si hay un culpable de que esto sea así es el cantante, armonicista y guitarrista británico Dave Jeffs (Oxford, 1945 – Ibiza, 2013), más conocido como Blues Dave.

Jeffs desembarcó en Ibiza en 1978, acompañado de su mujer, Nadia Trautwein, y nada más llegar, pese a que en Gran Bretaña ya era un músico consagrado, se puso a tocar en la calle para establecer contacto con otros músicos de la isla e introducirse en su comunidad de artistas. Enseguida se hizo un hueco en el mercadillo de es Canar, donde actuó toda la temporada, marchándose de la isla al llegar el otoño. Unos años más tarde, en 1985, regresó para quedarse, gracias a un contrato apalabrado con el propietario de un llamativo establecimiento con un amplio jardín de esculturas que existía camino de Cala Vedella: el Bar Museo.

Blues Dave actuando en un mercadillo en los ochenta. Foto: Nadia Trautwein

Sin embargo, cuando Dave y Nadia desembarcaron en la isla, descubrieron que el dueño del local había fallecido repentinamente y el establecimiento quedó cerrado. Dave se buscó la vida tocando aquí y allá, y se estableció primero en Sant Josep, camino de sa Talaia, y unos años después en Sant Agustí. En su casa siempre tenía las puertas abiertas para los jóvenes del pueblo aficionados a la música, que habían quedado seducidos con los blues que él tocaba, un estilo que hasta entonces apenas conocían.

Entre ellos había dos muchachos que cambiarían el panorama de la música en Sant Josep en los años siguientes: Miquel Prats, ‘Botja’, que acabó creando la banda Cas Vicari Blues Band, el festival Sant Pepe Rock y la empresa de producción y sonido MP Music Eivissa, y Vicent Marí, ‘Jordi’, que acabaría convirtiendo el negocio familiar, un colmado de carretera centenario, en Can Jordi Blues Station, uno de los principales locales de música en vivo de la isla. Blues Dave les invitaba a su casa y les dejaba escuchar sus discos, incrementando la adicción por los clásicos del género, como Robert Johnson, B.B King, Muddy Waters, Howlin’ Wolf y tantos otros, que Jeffs versionaba con su guitarra, su armónica y su espectacular voz añeja.

Miquel ‘Botja’ y Vicent ‘Jordi’ con Blues Dave en su casa. Foto: Nadia Trautwein

A los pocos años, Blues Dave comenzó a actuar en el principal local de conciertos que por entonces existía en la isla: el Teatro Pereyra, regentado por el músico holandés Eric-Jan Harmsen, acompañado a menudo por el guitarrista de blues cubano Norberto Rodríguez, que aún actúa con una de las viejas guitarras acústicas de Dave que le tocó en herencia. Los mejores músicos de la isla le acompañaron en innumerables ocasiones, destacando el bajista norteamericano y antiguo director técnico de los Estudios Mediterráneo Dennis Herman, al que le unía una gran amistad.

Dave Jeffs con Eric-Jan Harmsen y su esposa Kees. Foto: Nadia Trautwein

Los primeros conciertos de Dave en Can Jordi Blues Station fueron improvisados y acústicos, sin anunciar, y de ahí surgió un movimiento que ha culminado en lo que todos los aficionados a la música de Ibiza ya conocen: una auténtica revolución musical junto al asfalto. Los últimos años de Dave transcurrieron allí, entre música y cervezas, impartiendo involuntarias lecciones a los innumerables músicos que acudían a aprender del maestro y a emocionarse con su timbre roto y su ‘feeling’ con la armónica.

En su carrera como armonicista actuó con artistas de blues como Alexis Corner, Duffy Power, Jack Dupree o Ian Anderson Country Blues Band, y también cantó con The Allan Walker Blues Band, Willy Brown o Dyna Flow. Y como músico de estudio, incluso compartió trabajos con bluesmen de la talla de John Lee Hooker o Lightnin’ Hopkins.

Dave Jeffs en Can Jordi, con David Mascaró, Rob Davidson y Artimus Gabe. Foto: Mónica Cioccoloni

Tras fallecer, en 2013, todo el pueblo de Sant Josep le rindió homenaje mediante el memorial ‘Dave on my mind’, cuya última edición se celebró en junio de 2019. Por él han pasado un montón de bandas y músicos de la isla y algunas formaciones foráneas de blues. Sin duda, cada vez que se habla de Blues Dave en el municipio, todo el mundo, aunque sea en sentido metafórico, se quita el sombrero y se lleva una mano al corazón.