Sophie Princic Bel, hasta ahora conocida por su etapa como cantante de WindRose y más recientemente de Let’s Vibe, dúo en el que se alternan como guitarristas José David Cruz y Roberto Bustamante, no debería haberse llamado así. Sus padres quisieron nombrarla como su tatarabuela yugoslava Neshkä, pero cuando fueron a inscribirla en el registro civil, en su Argentina natal, no se lo permitieron. Sin embargo, desde que era una niña, firma dibujos, trabajos y cualquier proyecto creativo que lleva adelante con el seudónimo “Neshkä”, y así lo ha hecho también ahora con su nueva iniciativa musical junto al venezolano Junior Diago (Los Ministros del Rock y Los Bichos del Espacio), del que hoy se ha publicado un primer single de lanzamiento titulado ‘Pasos de barro’.

Aunque Neshkä es una iniciativa desconocida para el público, en realidad no es adecuado calificarla de “nueva”. Según le explicaba Sophie a Maite Alvite, periodista de Diario de Ibiza, en una entrevista publicada hace unos días, su música comenzó a cocinarse antes de la pandemia, pero no decidieron darla a conocer al público hasta finales del año pasado, cuando sacaron del ordenador los temas que habían ido componiendo juntos, ella la letra y Junior la música. El single lo grabaron en el estudio Can Cala de P. J. González, que además se lo produjo.

La canción, en palabras de Sophie, habla de patrones tóxicos intrafamiliares y de la entereza femenina que se requiere para superarlos, y además se enmarca en el subgénero del dark folk, que se caracteriza, a nivel conceptual, por la introspección, los matices sombríos y los significados crípticos, tocando además temáticas duras y, a menudo, difíciles de digerir.

Desde el punto de vista instrumental y rítmico, ‘Pasos de barro’, que pronto tendrá videoclip, navega por el folk entre aderezos exóticos, en los que pueden intuirse pinceladas aflamencadas y armonías características de la música árabe e incluso hindú. La aportación, en este caso, es del propio Junior Diago, que ha incorporado a la grabación las guitarras acústicas y eléctricas, entre otros instrumentos, sumándoseles también Julia Ortega a los coros. Además de cantar, Sophie aporta también una base rítmica a través del bombo legüero, percusión tradicional del folklore argentino. Como novedad, la composición en castellano, ya que hasta ahora ella siempre la había hecho en inglés, lo que le ha permitido vivir las canciones de una forma más íntima.

Sophie Princic Bel lleva doce años residiendo en Ibiza, diez de ellos dedicada a la música, mientras que Junior Diago creció en la isla, a la que llegó de pequeño. Juntos han preparado un crisol de sonido del que ahora nos ofrecen un primer bocado, jugoso, impactante y delicado. El álbum en el que se enmarcará en el futuro se llamará La primera oscuridad y tienen previsto lanzarlo en los primeros meses de 2026. Ya lo esperamos con curiosidad e impaciencia. ¡Enhorabuena!