Sa Font des Verger, en la vénda de Cas Marins, a las afueras de Sant Josep, es uno de los manantiales más populares del municipio y escenario de un famoso baile en agosto y de diversos espectáculos musicales de forma ocasional. La fuente aguarda al fondo de un frondoso torrente, entre albercas y cañaverales, en un área despejada con forma de plazoleta de tierra. Se asienta sobre el vértice curvado de un muro de piedra viva, que sostiene una parcela de cultivo tomada por las zarzas. El gris azulado de esta pared contrasta con la boca encalada del manantial, en forma de capilla, al pie de la tapia. Junto a ella, un abrevadero de piedra, tallado en forma de cuenco para el ganado, y una acequia de obra, que divide el suelo en dos mitades, uniendo la fuente con una alberca que hay más abajo, repleta de ranas y sapos. El lugar es idílico y requiere descender por un sendero entre pinos.
Durante la construcción de la iglesia de Sant Josep, alrededor de 1730, proporcionó el agua empleada para empapar la cal que requería la obra. Hasta mediados del siglo pasado, el 5 de agosto, día de Santa María, se celebraba ball pagés y se comían manzanas, que se recolectaban la misma jornada en los campos de los alrededores. El grupo folclórico de Sant Josep de Sa Talaia recuperó la tradición, que actualmente tiene lugar el domingo contiguo a la patrona de la isla.