La figura más representativa del rock psicodélico de Ibiza y un maestro del blues, con un conocimiento extraordinario sobre este estilo musical
Al músico Pere Vergés (Barcelona, 1953) se le puede definir de muchas formas y, aún combinándolas todas, resulta imposible reflejar todas las aristas de su compleja personalidad: filósofo musical, hippie-payés autosuficiente recluido desde hace treinta años en Corona, multi-instrumentista, fabricante artesanal de instrumentos, último jinete del rock psicodélico, promotor del Festival de Can Raio (su casa) donde el público está obligado a guardar silencio mientras los artistas actúan, enciclopedia andante del blues, autor junto a Fernando Monge del documental ‘Muziko’ sobre distintos músicos de la isla…
Llegó a Ibiza en 1981, tras viajar por medio mundo, aprender de forma autodidacta la guitarra de blues y la clásica, y tocar con múltiples bandas. En la isla, en su casa perdida en el campo de Corona, se despertó en él una nueva afición: la de recuperar instrumentos viejos y abandonados y devolverlos a la vida, y crear otros nuevos, de su invención, como el violín salvaje, también llamado Stradivarius de Atapuerca. Lo creó con un coco, un trozo de piel, tres palos a modo de mástiles y pelos de caballo.
En la isla ha actuado en mercadillos y multitud de establecimientos en solitario, con su blues y su rock psicodélico, acompañado de la guitarra, la armónica y su colección de instrumentos estrambóticos, y también ha tenido bandas, como la ya mítica Fletxa Negra. Conoció a Blues Dave un año antes de que falleciera, en Can Jordi Blues Station, se hicieron amigos y tocaron alguna vez. En Sant Josep es fácil encontrárselo allí, donde toca de vez en cuando. También participó en el primer álbum del establecimiento, con dos versiones: ‘I Am The Blues’ (Willie Dixon) y ‘First We Take Manhattan’ (Leonard Cohen). Una de las personalidades musicales más sorprendentes de la isla.