Muere Víctor Uris, el gran maestro mallorquín de la armónica
Todos los que alguna vez le vieron actuar en un Sant Pepe Rock o en cualquier otro concierto en la isla con su primer grupo, Harmònica Coixa Blues Band, seguro que no lo han olvidado. No sólo porque era un astro tocando la armónica y un auténtico pionero del blues en nuestro país, sino porque llamaba la atención ver a un músico sobre el escenario en una silla de ruedas, proyectando tal fuerza como artista. Víctor Uris, el gran músico mallorquín, ha fallecido en Palma, a los 66 años, dejando atrás una huella musical imborrable.
La comunidad artística balear ha recibido con gran pesar la noticia y los mensajes de tristeza y enaltecimiento de su legado se han hecho virales durante esta tarde. Uris se enamoró del blues de muy joven, cuando cayó en sus manos un disco de los legendarios Sonny Terry & Brownie McGhee, Drinking in The Blues, y comenzó a probar con la armónica. La música acabó dándole alas, cuando, en 1975, a causa de un mal golpe, se quedó confinado en una silla de ruedas. Decía que la música, desde entonces, se había convertido en su mejor medicina.
Harmònica Coixa Blues Band se asentó definitivamente en 1985, siendo una de las bandas pioneras del país en este género, junto con otras, como la Tonky Blues Band de Madrid o la Dolphin Blues Band de Bilbao. En 1987 grabaron un primer single en directo en el Auditorio de Palma, durante un concierto del Festival de Jazz, y un año más tarde lanzaron su primer álbum homónimo, una verdadera pieza de coleccionista, en el que colaboraron artistas como Erroll Woiski, Deborah Carter y Joan Bibiloni.
En 1991 el grupo publicó su segundo álbum, Walkin’ Blues, con una formación compuesta por Víctor Uris (armónica), Vicenç Caldentey (guitarra), Alfons de la Sierra (guitarra), Montse Pratdesaba ‘Big Mama’ (voz), Toni Reynés (bajo) y Sebastià Catany (batería).
La banda se disolvió en 1994 y Uris se enrolló entonces en un un trío de blues con Big Mama y el guitarrista Amadeu Casas. Con ellos grabó el álbum El blues de la inflació y dos años más tarde publicaron el segundo, El blues de l’ombra blava, que fue un gran éxito. El grupo se mantuvo hasta 1998 y ese año aún le dio tiempo a hacer de telonero de Van Morrison, en los dos conciertos que ofreció en Palma.
Su primer trabajo en solitario, De lado a lado, llegó en 2002, con una lista de colaboradores entre los que figuraban Pau Donés y Daniel Higiénico, entre otros. Se lo produjo Pepe Milán. A lo largo de los años, compartió escenario y estudio con Antonio Vega, Johnny Copeland, Kevin Ayers, Phil May Band, Joan Bibiloni, Max Sunyer, Salvador Font, Andreu Galmes, Tomeu Penya, Lorenzo Santamaría, Toni Pastor, Concha Buika…
En estos últimos años ha seguido tocando y ha enseñado a nuevos armonicistas, como Miquel Gomila, de Blues Beer Band, donde también tocó hasta su muerte, en 2020, el bajista Toni Reynés, compañero en Harmònica Coixa. Esta formación es habitual en Can Jordi Blues Station, por donde suele pasar todos los años.
En 2018, el cineasta Javier Pueyo le dedicó un documental, ‘Víctor Uris, els camins del blues’, en el que también participaron artistas como Errol Woiski, Big Mama, Miquel À. Sancho y Ferran Pereyra.
Fue, sin duda, un personaje único, que caló muy hondo entre los aficionados de todo Balears. Descanse en paz.