Primer álbum con diez temas propios del grupo ibicenco Uncle Sal, que destilan rock y blues sureño. El disco surge tras un recorrido de varios miembros de la banda por todo el sur estadounidense, donde se empaparon de su mestizaje y sapidez, trasladándolos a sus canciones. La ilustración de la portada es obra de Ric Jazzbo (Ricard Bofill).