El cuarto álbum de Uncle Sal presenta un cambio en su formación, con la sustitución del guitarrista Rock’n’Roll Banker por Ferran Nogués, y también un cambio de estudio, al producirse en Can Cala Studio, de P. J. Gonzalez, y sello musical (Milana Música). Aunque sigue empapado de la atmósfera sureña y añeja característica de la banda, supone un giro más personal, con canciones elaboradas en tiempos de pandemia. Vuelven a colaborar músicos de la talla de Joan Barbé, Rob Davidson, Salvatore Licitra, P. J. González y Guille Mata y Coco Kin, de The Kleejos Band. La ilustración de la portada es obra de Ric Jazzbo (Ricard Bofill).