Bajo el eslogan ‘Tranquil·litat i bons aliments’, este histórico bar situado junto a la iglesia de Sant Agustí, ofrece tapas y platos mediterráneos en un amplio jardín de naranjos, donde la música en vivo adquiere un gran protagonismo. Toni de sa Plana y su equipo programan multitudinarias sardinadas en verano y calçotadas en invierno, siempre musicales, y además se apuntan a todas las fiestas y festivales que se organizan en el municipio.
Se trata, además, de un bar histórico, que ha atendido a los vecinos de la zona durante muchas generaciones. También organiza exposiciones artísticas en el comedor interior, que ocupa la antigua Galería Berri.