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Ingo Brandt & Chema Pellico. Fotos: Joan F. Ribas

Ibiza pierde a dos grandes músicos en pocos días: Ingo Brandt y Chema Pellico

Si el pasado 20 de diciembre nos enteramos de la muerte del extraordinario contrabajista Chema Pellico, hoy hemos sabido que también nos ha dejado el cantante y guitarrista Ingo Brandt. Ambos han fallecido a los 78 años de edad, víctimas del cáncer, y dejan un profundo vacío en la comunidad artística ibicenca, de la que formaban parte. Muy especialmente entre sus compañeros de escenario, ya que eran habituales en la isla y muy especialmente en nuestro municipio, donde ofrecían conciertos de manera regular. Desde Sant Josep és Música hemos querido rendirles este pequeño homenaje, haciendo un repaso a su carrera artística.

Ingo Brandt, el alemán que se enamoró de The Beatles

La vida de Ingo Brandt (Hamburgo, 1946) dio un vuelco cuando, a los 16 años, tuvo la oportunidad de ver tocar a The Beatles en el Star-Club, el local de conciertos más famoso de su ciudad natal. Aquel recital le impresionó tanto que se prometió a sí mismo que algún día estaría sobre ese escenario y, a partir de entonces, se aplicó a la música en cuerpo y alma.

Ingo conquistó su sueño en muy poco tiempo, ya que aún era muy joven cuando se convirtió en guitarrista de The Faces, la banda más famosa y vanguardista de la Alemania de los sesenta. “Creamos The Faces entre varios amigos y nos erigimos en el grupo principal del Star-Club. Éramos un jukebox: hacíamos rock’n’roll, soul, R&B… En 1966 incluso ganamos la guitarra de John Lennon en un famoso concurso”. The Faces se mantuvo hasta 1968 y luego Ingo siguió tocando con otros grupos alemanes, mientras llegaban los tiempos duros y el éxodo de los músicos, por la irrupción de las discotecas y los dj’s.

Sant Antoni Cowboyz. Foto: Joan F. Ribas

A principios de los 80, Ingo tuvo un accidente en una mano, rompiéndose dos dedos, en los que perdió la sensibilidad por completo. “Quedé atrapado en un agujero negro. Me trasladé a Ibiza, monté un restaurante y no cogí la guitarra en seis años. Sólo la retomé cuando apareció por la isla un grupo británico que conocía de Hamburgo”.

Tras una década ibicenca, Ingo regresó a Alemania y fundó Ingo & The Gang, con el que estuvo girando por su país varios años. Cuando por fin regresó a la isla, en el año 2015, decidió crear la versión ibicenca de este mismo grupo, con un repertorio similar dedicado a clásicos del rock. Aquí le acompañaron Gori Ruiz (batería), Yeshe Ryser Ruiz (teclados) y Laurent Barot (bajo).

Residente en Cala de Bou, a partir de entonces se convirtió en uno de los músicos habituales de Can Jordi, tanto sobre el escenario como entre el público, ya que tenía muchos amigos músicos y acudía a disfrutar de sus conciertos, junto a su esposa Gabriele. Ingo explicó su historia en el libro ‘10 años de revolución cultural’, dedicado precisamente a Can Jordi Blues Station. En sus páginas decía: “Lo maravilloso de Can Jordi es su insólita diversidad: blues, jazz, pop, rock, reggae, R&B, rockabilly… Hay sitio para todos. Es como el Star-Club de Hamburgo on the road; un laboratorio de la música. Los artistas se inspiran unos a otros, como ocurría en París con los pintores impresionistas. En toda mi vida solo he conocido tres sitios que hayan generado tal familia de músicos: el Star-Club, el Cavern Club de Liverpool y Can Jordi”.

En esta publicación también aludía a sus dificultades para tocar a causa del citado accidente: “No soy el de antes porque no he podido recuperar la sensibilidad en un dedo. Pero me siento afortunado porque sigo disfrutando de la música y tocando en la Station. Cuando me encuentro decaído, voy el sábado a Can Jordi y regreso a casa rebosante de alegría”.

En 2023 Ingo también creó la banda Sant Antoni Cowboyz, en la que también están Andy Holdstock (voz y guitarra), Thom Vos (bajo) y Gori Ruiz (batería). Con ellos actuó en el hospital de Can Misses el 10 junio del año pasado, para dar las gracias al equipo sanitario que le atendió a él y a otros miembros de la banda. Y con esta misma formación ofreció su último concierto en Can Jordi Blues Station, el pasado 5 de diciembre. Además de un artista con un pasado glorioso, era un tipo simpático y afectuoso, que se llevaba bien con todo el mundo y que sentía auténtica devoción por la música.

Chema Pellico, un gran contrabajista de jazz

El bajista y contrabajista Chema Pellico también era un histórico de los escenarios ibicencos y en estos últimos años pudimos verle tocar a menudo con diferentes bandas y formatos. Su compañero más fiel era el guitarrista uruguayo Alfredo Souza, con el que tenía un dúo instrumental llamado Chema & Alfredo. Interpretaban clásicos de jazz casi todos los miércoles en el bar restaurante Degustibus de Cala de Bou. A veces se convertían en trío instrumental, con Andreas Fernández a la batería, rebautizándose como Cooking Jazz. Asimismo, Con Alfredo y la cantante Nita Nevermind formó también el trío Three Dreamers, con el que estuvieron actuando hace dos temporadas. Y llevaba muchos años formando parte de la Big Band Ciutat d’Eivissa.

Chema Pellico. Foto: Joan F. Ribas

Era habitual encontrárselo en muchos escenarios del municipio, como Can Jordi, Rosana’s y Cas Costas, entre otros establecimientos, donde acudía con Swingmatism, el trío de swing de Cas Musicaires, junto a Laura Marí y Alfonso Hernández Morillas, y formaba parte de la banda grande de esta escuela de música: Musicaires Swing Band. Últimamente se había enrolado en The Ibiza Cool Jazz Orchestra, impulsada por el saxofonista Víctor Ávila y donde actúan otros músicos como Gustavo Gamaza, Jorge Ortiz, Naco Aschei, Guillem Nadal, Vicent Tur, Juanjo Rodríguez y Mike Alcaras. En 2023 y 2024 ofrecieron un par de recitales maravillosos en el Auditorio Caló de s’Oli. Tampoco faltaba un verano a las Jam al Sol Post de es Cubells, que organizaban Albert Oliva y Alfonso Hernández Morillas.

Chema era originario de Cuenca y se formó musicalmente desde muy joven. En los años sesenta, muy influido por el rock progresivo de la época, fue uno de los fundadores de la banda madrileña Cerebrum, auténtica pionera del género, que ya en 1968 ofrecía versiones de Ten Years After, Canned Heat y Cream, entre otros, aunque acabaron componiendo y grabando temas propios, que nunca tocaban igual porque en sus conciertos siempre primaba la improvisación.

Ya instalado en Ibiza, se convirtió también en bajista del trío que fundó el gran pianista alemán Joachim Kühn, junto al batería Francisco Gori Ruiz, y llegaron a grabar un álbum llamado Aventura. En sus peripecias musicales por las Pitiüses, incluso acompañó al guitarrista Paco Fernández, creador del flamenco chill, y al dj José Padilla.

Hay que destacar también el álbum Miracle, que grabó junto a Alfredo Souza y el batería Dani Marín Cano, y su participación en el disco Sudden Impact, de la saxofonista Muriel Grossmann.

En definitiva, dos grandes artistas y excelentes personas, que dejan una huella imborrable en la comunidad musical ibicenca. Descansen en paz.