El Soul Food Fest trae a Caló de s’Oli el blues y la gastronomía de Louisiana
Uno de los grandes maestros de la armónica, el norteamericano Greg Izor, que se hizo un nombre en Louisiana tras establecerse allí para empaparse del auténtico blues que se toca en los Juke Joints, es el cabeza de cartel de la segunda edición del Soul Food Fest. Este evento musical y gastrónomico se celebrará de nuevo en el Auditorio Caló de s’Oli, el próximo 12 de octubre, entre las 12 y alrededor de las 19 horas.
La música de Louisiana, por tanto, estará acompañada de uno de los platos típicos de la cocina cajún, el arroz jambalaya. Esta receta proviene de los franceses que se establecieron en el sur de los Estados Unidos, tras ser deportados de la región de Acadia, un territorio fronterizo entre Canadá y Estados Unidos, por los británicos en el siglo XVIII. Este famoso guiso de sabor intenso, que se elabora con arroz, langostinos, pollo, salchicha ahumada y distintas especias, entre otros ingredientes, se servirá a la hora del almuerzo, a precios populares.
Aunque los fogones estarán en marcha desde primera hora de la mañana, bajo la atenta vigilancia del chef Aitor, un virtuoso de los guisos interesado en la gastronomía criolla y cajún, el festival realmente comenzará sobre las 12 del mediodía, con el rock y el soul cañero que siempre pincha Betterman DJ, para ir calentando motores.
Una hora más tarde, sobre las 13 horas, llegará uno de los platos fuertes del certamen y no será precisamente gastronómico: Kamikaze, el mítico grupo de rock y rhythm & blues nacido en un almacén de ses Païsses en 1985, volverá a subirse al escenario 23 años después de su retirada. Sus cuatro integrantes llevan meses ensayando sin descanso y recuperando los temas originales y las versiones que les convirtieron en uno de los grupos de mayor éxito en la Ibiza en los 80 y los 90, con una legión de seguidores. Sin duda, será un reencuentro muy especial entre esta formación y su público, ahora con canas y alopecia por el paso del tiempo, pero con idéntico fervor por la música.
Tras este primer concierto y con el arroz jambalaya ya en su punto, se servirá el sabroso guiso. En la zona de barra, además, se estarán elaborando y ofreciendo otros platos desde las 13 horas. En paralelo, el público también podrá disfrutar de un mercadillo de vinilos, que se montará con la colaboración de la Asociación Retro.
Tras la degustación, sobre las 16 horas, llegará el turno del gran bluesman Greg Izor, todo un acontecimiento para los aficionados ibicencos al blues, que ha sido posible gracias a que el músico se encuentra residiendo un periodo de tiempo en Madrid, desde donde realiza giras por el circuito de blues europeo. Izor saldrá al escenario en formato quinteto, con una banda excepcional con algunos de los músicos del género más reputados del país: los guitarristas Martín Burguez y César Crespo, el bajista Christian Morana y el batería David Barona. La fiesta se prolongará toda la tarde.
El festival lo organizan la Asociación Cultural Great River Road y el Ayuntamiento de Sant Josep, y cuenta con el apoyo de Can Jordi Blues Station, Joan F. Ribas Estudio de Fotografía, Colores de Bes y Pinturas Real.
“Seguimos apoyando una fòrmula que busca unir la cultura gastronómica con la musical, en el marco de un festival que trae grandes nombres de la escena del blues y el rock ,y que este año incorpora algunas novedades, como la nueva área gastronómica”, ha comentado la concejala de Cultura y Fiestas, Cristina Ribas.
Un cantante y armonicista que ha tocado y grabado con los mejores bluesmen
Los críticos de las revistas especializadas de blues de Estados Unidos definen a Greg Izor (Vermont, 1979), como una fusión entre la arena de Luisiana, el alma de Austin y el calor de Chicago. Está considerado uno de las voces más potentes e importantes en el mundo del blues y la armónica, y alterna la publicación de álbumes con giras en vivo.
Tras criarse al norte de los Estados Unidos, en el estado de Vermont, y apostar por la música como medio de vida, Izor decidió empaparse de sur y se mudó a Nueva Orleans. Allí conoció a uno de los grandes de la armónica, Jumpin’ Johnny Sansone, que se convirtió en su mentor y le ayudó a crear un estilo propio. Izor pasó a ser un asiduo de los bares de Bourbon Street, la calle más animada del barrio francés, y consiguió una residencia nocturna en el Funky Pirate Club, tocando en otros muchos locales de la ciudad. Los fines de semana, sin embargo, los dedicaba a aventurarse por los pantanos, en busca de Juke Joints donde tocar blues hasta el amanecer.
En esa época, Izor actuó junto a Eddie Bo, Jerry ‘Boogie’ McCain, Henry Gray, Wolfman Washington, Oliver ‘La La’ Morgan y Clarence ‘Gatemouth’ Brown, entre otros. Tras una exitosa carrera en Luisiana, ya con un importante prestigio como bluesman a las espaldas, decidió mudarse a Austin, donde conectó con otros iconos del blues: Pinetop Perkins, Gary Primich, Derek O’Brien, Denny Freeman y Marcia Ball, y comenzó a tocar regularmente en The Continental Club y Antone’s. También puso en marcha su propia banda, The Box Kickers, con la que acabaría girando por Chicago y por otras muchas ciudades de Estados Unidos y Europa.
Izor ha publicado varios álbumes: I Was Wrong (2010), Close to Home (2013) y The 13 14 (2016), con The Box Kickers; Homemade Wine (2017), junto al guitarrista y también armonicista Marco Pandolfi, o su más reciente trabajo en solitario Maureen (2019). Además, ha participado en discos en los que también intervienen artistas de blues tan conocidos como Bonnie Raitt, Eric Lindell, Mike Schermer, Chris Ruest, Charlie Terrell and the Murdered Johns, Little Elmore Reed Band, Charlie Cruz, Chris Robertson and the Socket Rockets, John Creech, Carson Brock o Bret Coats.
Respecto a los integrantes de su quinteto, hay que decir que al uruguayo Martín Burguez (Montevideo, 1988) lo conoce bien el público ibicenco, puesto que ha realizado un par de giras por la isla y participó, por ejemplo, en la III Mostra de Blues de Sant Josep, en junio pasado. Se afianzó como músico de blues en Buenos Aires, con su banda El Club del Jump, con la que grabó diversos álbumes, y también acompañando a grandes del blues de visita por Argentina, como James ‘Boogaloo’ Bolden, trompetista y líder de la banda de B. B. King, Lurrie Bell, Sax Gordon, Kirk Fletcher, Jimmy Burns, Tia Carrol o J. J. Thames. Actualmente vive en Barcelona, desde donde realiza giras por toda Europa y actúa con su nueva banda, Martín Burguez & His Rhythm Combo, un sexteto con músicos de primera fila. También forma parte de la nueva formación del prestigioso saxofonista Dani Nel·lo.
César Crespo (Madrid, 1980) es un habitual del circuito de blues madrileño y desde 2019 también de la isla, donde suele actuar todos los años en lugares como Can Jordi Blues Station. El año pasado ya protagonizó la primera edición del Soul Food Fest, actuando junto al gran maestro del dobro Chino Swingslide. Su carrera comenzó en el barrio madrileño de Suances, donde allá por 2002 formó una banda de punk-rock underground llamada Vice & Vanity. Luego recorrió media Europa y Estados Unidos, actuando en salas alternativas y edificios okupados como bajista del grupo de punk Opus Dead. Lo suyo, sin embargo, siempre fue el blues. Tras pasar un tiempo en la famosa Tonky Blues Band montó su propio grupo: César Crespo & The Pinball’s Blues Party, un sexteto clásico con el que sigue actuando y con el que ha grabado dos discos: Guitar Player (2014) y Give Me Time! (2016).
El argentino Christian Morana también reside en Madrid y es uno de los bajistas fijos de los locales de blues de la ciudad. Acompaña a innumerables guitarristas, entre ellos, Martín Burguez y César Crespo, con los que suele viajar a Ibiza durante sus giras por la isla. Incluso formó parte de la banda Martín Burguez & El Club del Jump, en Argentina. Además de actuar con grandes maestros del blues, como Jimmy Burns, James Bolden, Tia Carroll y Slam Allen, entre otros, realiza una importante labor de producción discográfica, audiovisual y de conciertos, siempre vinculada al blues.
El asturiano David Barona, por su parte, es uno de los baterías más reputados de cuantos residen en Ibiza. Maneja múltiples géneros musicales, pero está especialmente dedicado al blues y el jazz. Numerosos artistas de prestigio, como Macaco o el grupo The Electric Blue, le buscan siempre que vienen a la isla y también organiza el ciclo de blues ‘The Thrill is Here’, que se programa en el Teatro Ibiza. Por allí ya han pasado figuras como el propio Martín Burguez, Luis Fuente (‘El Increíble Pájaro Metálico’), José Luis Pardo o Betta & Sanpa, a los que David acompaña con la batería. Además, ha actuado con multitud de grupos de la isla y en la actualidad forma parte de Chiclete Jazz, Chimichurri o Yanba, entre otros.
Kamikaze, una banda capaz de devolver al público a la Ibiza de los 80 y 90
Uno de los grandes atractivos de esta edición del Soul Food Fest es el regreso de Kamikaze, una de las bandas de rock más populares de la isla. Aunque nació como banda de heavy metal, al poco tiempo derivó hacia el rock y el rhythm & blues. El quinteto original fue evolucionando y llegó a contar con nueve músicos, al incorporar varios vientos. La formación actual la componen cuatro miembros originales de la banda: Rafael Parra (voz y armónica), Toni Vicens (guitarra), Pedro Montero (bajo y coros) y José Miguel Carlos (batería y coros).
Aunque en los años 80 ya protagonizaron numerosas actuaciones, la popularidad de Kamikaze creció en los 90, especialmente después de ganar la tercera edición del popular concurso Estiu Jove, en 1992. El grupo ya lo intentó en 1990, quedando finalista, y el triunfo en aquella tercera edición les supuso la posibilidad de grabar algunos de sus temas, junto con el grupo finalista, Arròs’n’Peix. En esa época el panorama musical pitiuso lo conformaban grupos como Falsa Alarma, Rock a Vila, Bourbon, Cannabis, Passion, Clímax, Eight Balls, Batallón de Castigo, Spioks, Excremento, Siroco, Viento Saharaui o La Banda del Exceso, entre otros, y Kamikaze era uno de los que nunca faltaban en los carteles de los grandes conciertos.
A lo largo de su vida como grupo actuaron en múltiples fiestas patronales, como Sant Agustí, Puig d’en Valls y, por supuesto, Sant Antoni, donde fueron cabeza de cartel en innumerables ocasiones y en otras ejercieron como teloneros de grupos llegados de fuera de la isla. También participaron en el Sant Pepe Rock, en distintos conciertos benéficos y hasta en el macroconcierto que se celebró en 1992 bajo el lema ‘Sí als espais naturals. Salvem ses Salines’.
A lo largo de su historia compartieron escenario con artistas tan grandes como Inmaculate Fools, Barricada, Celtas Cortos, Kiko Veneno, Manolo García, Dinamita pa los Pollos, Bars o Rock’n’Bordes, entre otros. En 1999, tras actuar en las fiestas de Sant Bartomeu, la banda se disolvió. Desde entonces solo han regresado dos veces. La primera, en 2004 para un concierto dedicado a los grupos ibicencos de los 80, que organizó la Asociación Cultural Sargantana y que tuvo lugar en la sala Ibiza Marquee de Cala de Bou. Allí también actuaron Falsa Alarma, Rock a Vila, Cas Vicari Blues Band y Límites, cerrando el concierto la famosa banda madrileña La Frontera. La segunda en 2005, en la noche de rock con grupos locales que se programó en la carpa del Passeig de ses Fonts durante las fiestas de Sant Antoni. Entonces compartieron cartel con Vitrol, Kinblau y Dark Elf.
Para este II Soul Food Fest, Kamikaze ha preparado un repertorio con algunas canciones originales que fueron grandes éxitos en sus conciertos, como ‘Otra generación’, ‘Necesitas más’, ‘Dentro de mí’ y ‘Como puedes ver’, aunque también ofrecerán versiones de algunas de sus canciones favoritas. Entre ellas, ‘Peligrosa María’ de Los Suaves, ‘Chicas de mala fe’ de Esturión o ‘El tren’ de Leño.
Un festival, en definitiva, cargado de feeling y con muchas emociones.