Nuevo álbum con composiciones de Muriel Grossman, en el que intervienen la propia Muriel en los saxos, Radomir Milojkovic a la guitarra, Llorenç Barceló al órgano Hammond y Uros Stamenkovic a la percusión, con la colaboración de la contrabajista Gina Schwartz en algunas canciones. Combina de forma orgánica las tendencias más modernas del jazz con un trasfondo marcado por la herencia de John Coltrane.
