Muriel Grossmann grabó este álbum acompañada de Radomir Milojkovic a la guitarra, Llorenç Barceló al órgano y Uros Stamenkovic a la percusión, su cuarteto, empleando ella el saxo tenor, alto y soprano. Dice algún crítico que recuerda al jazz-rock de los 70, a lo que sonaba en los clubes de San Francisco en esa época. Sus composiciones son largas y bien desarrolladas, ricas en inventos melódicos y toman a menudo direcciones impredecibles. Está disponible en formato vinilo y cd.
