Cuarto disco de la banda ibicenca Joven Dolores, que llega tras tres álbumes plagados de éxitos: Galopa los días (2019), Un segundo (2021) y Querido Impulso (2023). El LP contiene 10 temas y, como es característico en sus trabajos anteriores, destaca por sus potentes guitarras, unas letras cuidadas y con mensaje, y unos arreglos coloridos. Fue grabado en Magrana Studios, con Joan Barbé, el guitarrista de la banda, al frente de la producción.
El álbum también marca un retorno a sus raíces rockeras, combinando la energía y autenticidad que caracterizan al grupo. Cada canción ha sido creada con la intención de hacer de ella un himno, a través de unas letras que navegan por temas tan universales como la lucha, el amor, la libertad y la pasión por la música.