Primer álbum del proyecto de música neoclásica Felt Oxytocin, formado en Ibiza por el pianista Samuel Pérez y el violonchelista Carlos Vesperinas. Es autoproducido y lo lanzaron en formato vinilo, además de publicarlo en las principales plataformas de música por streaming. A sus instrumentos habituales se suman sintetizadores, electrónica, percusión y múltiples efectos, creando un universo musical único que navega entre lo clásico y lo contemporáneo.
Para su producción contaron con Nacho Mur como ingeniero de sonido, aportando las guitarras en algunas canciones, y con las ilustraciones de Cristina Reina, que suele acompañarlos en sus espectáculos creando ilustraciones en directo. Este trabajo incluso incorpora sonidos grabados en el exterior, como agua corriendo o juncos mecidos por el viento, que hallaron en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera (Castilla-La Mancha), a donde fueron en busca de inspiración.
El título alude a los espacios situados entre lagunas, conectadas a través de cascadas y arroyos de manera visible, pero también a través de afluentes subterráneos. El sonido del álbum, además, oscila alrededor del violonchelo y del piano Felt, que da nombre al dúo. Este último destaca por su tonalidad envolvente, amortiguada por una capa de fieltro que se coloca entre las cuerdas y los macillos.
