Serafín Ali

Serafín Alí es un guitarrista, cantante, compositor y productor musical de origen argentino, que ha actuado y trabajado en estudio con músicos internacionales de gran prestigio. Actualmente reside en Ibiza, donde ofrece un show llamado “Serafín Ali (A Musical Journey)”, en el que viaja por distintos géneros y estilos musicales.

Génesis: “Desde niño muchos artistas daban vueltas por el campo de mis padres, en Argentina, en un ambiente donde había mucha libertad y algo de caos. No me di cuenta de lo grandes que eran hasta la adolescencia. Por allí pasaban Miguel Abuelo, Cachorro López, Miguel Zavaleta, Andrés Calamaro o Kubero Díaz, entre otros. Su presencia moldeó mi identidad cómo artista y grabó a fuego el amor por la música y la poesía”, dice el músico. Desde sus comienzos mostró una inquietud artística muy fuerte, que lo llevó a escribir canciones cuando a una edad muy temprana y buscar su esencia en los muchos estilos que su versatilidad le permite ejecutar con soltura. Sus primeras bandas fueron Seres Afines y Mama Testa, ambas con predominancia del sonido rockero y funky de los años 70, grabando dos discos entre 2005 y 2012.

Desarrollo: Trabajando en el estudio Mondomix de 2012 a 2015, junto a Cachorro López, Sebastián Schon y Juan Blas Caballero (consagrados productores argentinos) fue músico de sesión para artistas como Vicentico, Andrés Calamaro o Soledad, y actuó en giras de Kudai, Joaco Terán, Soledad o GO, entre otros. Su recorrido y experiencia como músico también le llevaron en 2015 a formar parte como guitarrista y productor de la consagrada banda Las Manos de Fillippi, con la que realizó varias giras y tocó en los más grandes festivales de Latinoamérica: Rock al Parque y Viva el Planeta (Colombia), Vive Latino (México), Festival de la Cosecha (Chile) y Cosquín Rock (Argentina), entre otros.

Quiebre: “Llegó un momento en que me di cuenta que había abandonado mi arte; el que sale de mis entrañas y es infinito. Me pasé años girando como músico de sesión y aprendiendo el oficio cómo productor, pero me estaba muriendo por dentro porque para mí estar en contacto con la creación de mi música es indispensable para estar vivo y bien. Así que agarré a mis compañeros de banda y les dije hasta acá llego, yo me bajo”, explica el artista.

Camino: La talla de los músicos con los que trabajó y la variedad de proyectos en los que participó se reflejan hoy en sus trabajos discográficos cómo solista. El primer álbum, titulado Hijo del Fuego, consta de 7 canciones grabadas durante la segunda mitad de 2017. En este trabajo conviven varias texturas musicales cómo el funk, el folk (tanto argentino como americano) y el rock, abordados desde una instrumentación acústica (guitarra acústica, contrabajo y batería pocket).

Luego siguieron algunos singles como ‘Yo soy otro tú’, donde juega con el dobro y se anima a escribir un arreglo para violín y chelo, que invita a viajar por el sur de Estados Unidos y, de repente, a los Balcanes o el desierto del Sahara. A continuación lanza ‘Voy y Vengo’, una colaboración con el cantante José Gimenez Zapiola, El Purre, donde se aborda la fusión entre el bluegrass y la electrónica bailable.

Su último trabajo se llama Salvaje y es un EP de 4 canciones, donde el foco está en su guitarra española, que, según dice, fue su primer amor. Aquí escuchamos canciones con tintes celtas, como la que le da nombre al álbum; rock acústico en ‘B.L.I.D.’, una colección de ragas hindúes en ‘Día fuera del Tiempo’ y reminiscencias arabescas en ‘Ojos Gitanos’.

“En el vivo la música se transforma, nace y muere y suceden cosas nuevas, improvisadas… Entre lo estructurado y lo misterioso hay algunos elementos que están fuera de control y eso es lo que me gusta transitar cuando estoy tocando frente a personas. Ir sobre lo pautado y sentir ese golpe súbito de incertidumbre, que me indica que todo lo que sucede no depende de mí. Como cuando uno está en conexión con la naturaleza y siente su paz y su salvajismo. Eso transmite mi música”.

La misión: La frescura y la espontaneidad de su música y letras invitan al oyente a sentir, bailar y pensar, y dan un respiro a la mente y el alma de quién dispone de algún tiempo para mirar hacia adentro y reflexionar sobre las temáticas esenciales de estar vivo.